domingo, 22 de noviembre de 2009

Ramadán, obligación religiosa y ¿civil?

En el último Ramadán (mi tercero en Marruecos... alguno más en otros países árabes) pudimos asistir a un acto de reivindicación de algunos marroquíes que pedían libertad para poder comer libremente durante el mes sagrado de Ramadán.
La respuesta mediática a este acto fue, a mi humilde entender, excesiva de ambos lados. El despliegue de medios fue espectacular tanto por parte del gobierno, que trató el hecho como si de un gran delito se tratara mandando allí un número excesivo de policias; como por parte del grupo de peticionarios que lo que quería era dar un golpe mediático y generar atención sobre el tema y llevaron multitud de medios de comunicación. Evidentemente consiguieron su propósito ya que la noticia recorrió toda Europa y llegó hasta EEUU, donde también se hicieron eco de la noticia algunos periódicos de tirada nacional.
Dejando a un lado el acto de reivindicación, quiero llamar la atención a la audiencia sobre una pregunta que considero clave para opinar sobre el tema; si la religión es una cuestión de relación personal entre yo y Dios, ¿a mí qué me importa si la persona que está delante de mí come o no come? Yo hago el Ramadán convencido de que está bien, no tengo por qúé pasarlo mal o pensar que me provocan porque yo estoy convencido.
Está claro que comer en Ramadán antes del ftour es un delito. Así lo especifica la ley marroquí, con lo cual no hay nada que opinar sobre eso. A nivel social el debate está en la calle. Es un hecho que hay mucha gente en Marruecos que incumple los preceptos islámicos, uno detrás de otro. Todos los que aquí vivimos, sabemos que eso es así. Entonces, otra pregunta interesante para generar debate es la siguiente: si los bares están llenos de marroquíes (teóricamente está prohibido el consumo de alcohol para los musulmanes) y hay otro montón de leyes que se transgreden, ¿por qué genera tanta expectación o preocupación este tema?
El debate que se generó en clase fue interesante hubo diferentes opiniones, unos apoyaban la reivindicación y otros proponían medidas de una idea más conservadora, en contra del acto. En general coincidimos que en una sociedad que tiende a ser plural como Marruecos, uno de los puntos principales debería de ser el respeto al otro, así muchos problemas de la sociedad se arreglarían. En mi opinión comer, nunca debería de ser un delito; el delito debería de ser que haya gente que no pueda comer; eso si tendría que ser sancionable... y hasta donde yo sé... no se sanciona todavía.
La libertad de uno termina justo donde empieza la libertad del otro.
¿Qué opináis vosotros?
ÓScar

El trabajo infantil en Marruecos.

El trabajo infantil es una triste realidad en Marruecos. Es un problema muy complicado con varias facetas. ¿Quién no ha usado los servicios de un chica sirviente o de un niño que cuide automóviles? Aunque Marruecos ha ratificado la Convención de Derechos de la Niñez y aunque su Código Laboral criminaliza el trabajo infantil y que la educación es obligatoria para todos los niños, las leyes han probado ser insuficientes en poder tratarlo. Entonces, debemos focalizarnos en la cuestión de la toma de conciencia y de información sobre las muchas consecuencias de este fenómeno. Hay que hacer campaña sobre este problema [el trabajo infantil] y tratarlo en su origen. ¿Qué puede hacerse para mitigar este problema en Marruecos y alrededor del mundo?

Latifa C1.2

Mawazine. ¿Gasto cultural si o no?

La cultura de los festivales no es una novedad en Marruecos. Conocemos el festival de Fes que esta en su 15° edición, Tanjazz que esta a su 10° edición, el festival de Essaouira que empezó en 1998…
Todos estos acontecimientos rápidamente obtuvieron un agradecimiento internacional haciendo de aquellas ciudades referencias ineludibles.
Pero Rabat desde mucho tiempo, se quedó sin ninguna firma cultural. De esto nació la idea de organizar una manifestación cultural de gran envergadura respondiendo a la ilusión del Rey Mohammed VI.
Mawazine significa en árabe, ritmos. Y por la ironía del destino, la palabra mawazine en árabe tiene la misma raíz que presupuesto (mizania), que hace hablar a muchos populistas.
El presupuesto del festival aumenta de un año a otro y llegó en la edición 2009, 25 millones de dirhams. Su éxito fue innegable. Según los organizadores, más de 120.000 personas respondieron presentes cada día en todas las escenas habilitadas. Fueron 9 días de conciertos, la mayoría gratuitos, 40 países representados, 1.600 billetes de avión vendidos de la compañía Royal Air Maroc.
Un festival de esta talla es un acto que merece ser fomentado abstrayéndose de su presupuesto porque la apertura del arte al gran público es el mejor vector de la reconquista ciudadana y de la implicación en los desafíos del desarrollo.
Es una forma “Light” de la política que responde a las exigencias de la modernidad y a las expectativas de un gran público.
Cierto que Marruecos tiene que resolver muchas dificultades sociales de su población, pero desatendiendo la cultura, nunca llegará el tren del desarrollo mundial.
¡De todas formas, el presupuesto del festival es una donación de los espónsores que nunca darán tanto dinero para una causa política como el paro o la pobreza! Es una inversión muy bien calculada. Los fans de Kelly Minogue o Stevie Wonder o Alicia Keys, en todos los partes del mundo han visto sus shows en Mawazine. Así, Rabat o Marruecos salió de la sombra y se volvió un destino eventual para los que nunca lo han localizado en el mapa.
Imane C1.2